EN LAS CAJONES DE LA HISTORIA
Alzo los ojos, y veo el atardecer
descender sobre mi figura
que siente
traspasar tu mirada,
clavándose en mis rostro.
Y ausente me hallo,
sentada en
una piedra del camino,
con la brisa de la tarde
acariciando el terciopelo
de mis cabellos rojos,
adornados con cintas de flores
con aromas a ti...
...esencias de magnolias
en madrugadas benditas,
mirándome fijamente
en el lecho del risueño amanecer.
Y me bebo el aire del momento
en la copa de mi elevado espíritu,
contemplando
la gama de colores
que el ocaso del tiempo
con la memoria templada,
rebusca
en los cajones de la historia.
Dulce manantial de sueños de antaño,
cuando
abrazados bajo el manto amanecido,
conjugamos verbos con los labios del alma.
conjugamos verbos con los labios del alma.
Coral Ruiz
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