MIL SECRETOS
El cielo se había vestido de naranja
con algodones blancos
cincelando esculturas medievales
empujados por el tibio viento del amanecer.
Cuando por los caminos, delicadamente,
vestida con lienzos de blanca seda, descalza
me deslizaba bailando por esas alfombras de Dios,
que ante mí se habían despejado de maleantes.
Surcaba los valles de mi mirada
con el velero de la libertad,
atravesando mares y océanos bravos
de confines inexplorados.
Y allí...
en las oquedades de su gran silueta,
me adentré entre las rocas de la playa,
que guardaban en su regazo,
mil secretos de antiguas civilizaciones...
Y el tesoro del saber,
con el que me doctoré
en la universidad de la vida
y sus lecciones de experiencia,
asignaturas de vital importancia
para la evolución espiritual del ser humano.
con el velero de la libertad,
atravesando mares y océanos bravos
de confines inexplorados.
Y allí...
en las oquedades de su gran silueta,
me adentré entre las rocas de la playa,
que guardaban en su regazo,
mil secretos de antiguas civilizaciones...
Y el tesoro del saber,
con el que me doctoré
en la universidad de la vida
y sus lecciones de experiencia,
asignaturas de vital importancia
para la evolución espiritual del ser humano.
© Coral Ruiz 2016
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