DULCE MANANTIAL

DULCE MANANTIAL

Sentimiento...
que abriga mi alma de mujer 
en este estado de lontananza plena...


...de añoranza...de sensibilidad 
en las estaciones del corazón
que rebosa amor en estado puro. 


Los silbidos del viento de la mañana, 
delicados y gentiles, me abrazan 
con su cálido susurro estival.

Dulce manantial son tus ojos pardos, 
cuando con su alegre velero, 
atraviesan el océano de mi mirada 
en la serenidad del amanecer.

Coral  Ruiz 2015
Derechos Reservados

LA MIRADA DE GLORIA

LA MIRADA DE GLORIA

Cuan hermosa e interesante es la mirada de Gloria. Cuando me cuelo en la profundidad de sus pupilas, me desvela una gran inteligencia...mirada  tímida y callada, que en su apariencia melancólica y desinteresada, oculta una vida extraordinaria. 

Viajes alrededor del mundo...trabajos de gran categoría con remuneraciones millonarias...hoteles de lujo...
amistades de alto rango y amores...
Ay amores! Amores, unos cuantos.

Esta mujer de una gran belleza espiritual, escondida tras su apariencia sencilla, posee un corazón enamoradizo rebosando amor. kilómetros de amor regurgitan en su corazón, revoltosos, que pugnan por salir a la luz y fundirse con otro corazón. Es una caja de sorpresas esta alma afín a mi alma. 

Sí...mi amiga Gloria, es una aventura bohemia con cientos de secretos por descifrar, que serán desvelados en estos folios lisos de material orgánico, que auguran distracción, pasión y un sinfín de anécdotas, que serán deliciosas de degustar con el café del mediodía, relajados totalmente a la hora de la siesta, sentada en una confortable mecedora en el jardín o tumbada en el sofá.

©Coral Ruiz 2015

CUANDO LLORAN LOS SILENCIOS

CUANDO LLORAN LOS SILENCIOS

Cae la fina lluvia 

en este incierto atardecer 

desposeído de tu presencia, 

destejiendo aquellos besos 

que prodigaste a mi alma, 

en un tiempo que solo fue nuestro.

Y el musgo de mi mirada, 

aún conserva su color...

el aroma del amanecer a tu lado...

la profundidad del sentimiento...

y la humedad de mis ojos de lluvia, 

que derraman lagrimas, 

cuando lloran los silencios 

al caer la tarde en el olvido.

© Coral Ruiz 2015

DEAMBULANDO

DEAMBULANDO

Cuando los desvelos agitan mi alma 
en noches tristes de desesperanzas, 
deambulo a solas 
por las calles de la nostalgia.

Inerte, desencantada...
tiritando de frío 

ante la sórdida desnudez 
de tu ausencia. 

Penitencia declarada

en los albores de la ruptura.

© Coral Ruiz 2015

AMAR

AMAR

Amar...en este instante se me antoja lejano amar de nuevo a otro caballero. Me cuesta volver a entregar mi corazón, ahora liberado de sus ataduras sentimentales, sin dolor, desvestido de angustias y desencantos. Libre anda por estos senderos, y liberado deseo que esté por el momento. Mientras tanto, algunos sucesos extraños están ocurriendo en mi mente.

Es como si las hojas del tiempo hubiesen sido pasadas por el borrador de la memoria en la ciudad de mi pasado. Lejanos asoman los recuerdos de aquellos  amores a los que amé con desesperanza, a los que quise con locura, pero que no me correspondieron del mismo modo.

Se asemejan a los sueños, los recuerdos del ayer, pareciera como si fuesen imaginaciones mías que jamás han ocurrido...como si no las hubiese experimentado en mi piel, ni en mi corazón, siendo certeras...como si fuesen fantasmas de una pesadilla nocturna de esas, que solo se ven en las sombras de la noche.

Y es que esta memoria mía, es sabía por naturaleza, solo desea dejar guardados recuerdos bonitos, de esos, que al recordarlos con los años, dibujan en mis labios la mejor de las sonrisas.

 © Coral Ruiz 2015

BESO A BESO

 

BESO A BESO

Y en el silencio de la nada, 

quedó impreso un verso.

Las palabras pronunciadas 

aquella noche de desvelos, 

en el lecho de la noche, 

que fue nuestra.

Fuente de amor 

donde se bebieron los océanos 

de nuestros labios 
beso a beso.

© Coral Ruiz 2015

CLAVICORDIO DE UN BESO

CLAVICORDIO DE UN BESO

Y en la sombra de sus pestañas, 

elevó las alas de sus ojos, 

hacia ese cielo celeste, 

que es su mirada. 

Clavicordio 

de un beso dado, 

tan solo con la mirada.

© Coral Ruiz 2015

LA ESTRELLA AZUL

LA ESTRELLA AZUL

Amanecía esa mañana de invierno, en la vida de una pequeña Villa de un punto terrenal muy especial. Un acontecimiento muy importante estaba ocurriendo, en el mismo instante que los rayos de sol se posaron en los copos de nieve, que durante la noche se habían formado. Una estrella de brillante Luz, había aterrizado en la Tierra, como regalo del Padre Celestial a la humanidad. 

Tomó la forma humana e intentó pasar inadvertida, mezclada entre los humano, pero su luminoso brillo, la delataba a cada paso que daba. Las fuerzas malignas tenían infiltrados en lugares estratégicos. Hacía tiempo que la buscaban. Cada vez que la encontraban, le hacían pasar un calvario, pero La Estrella Azul, lo soportaba con resignación. Sabía que el tiempo de la maldad estaba tocando a su fin. Su amor por los humanos, era más grande que el dolor, y sus sacrificios no serían en vano. 

El Amor, es el sentimiento más poderoso que existe, y por amor a los espíritus en estado de evolución, había aceptado la difícil misión que le fue encomendada. Habiéndose ofrecido como voluntaria, para viajar en su nave espacial, al mundo menos evolucionado.

Y en el Planeta Tierra, camuflada, continúa su labor, la Voluntaria de las Estrellas del Universo, en la ONG Celestial, al lado de otras Estrellas como ella.

© Coral Ruiz 2012

EL AROMA DE LA VIDA

EL AROMA DE LA VIDA

Quiso ver los almendros en flor una mañana soleada, de esas mañanas que te invitan a salir a pasear y, se levantó temprano, justo, cuando el día empezaba a clarear. Deseaba andar por la sierra un rato, oler la verde hierba del campo, descubrir el aroma de la vida por esos caminos por recorrer, respirar profundamente con los ojos cerrados y, beberse el aire de la serenidad a litros, por esos valles que la vieron nacer.

Deseaba aprender, descubrir, experimentar, vivir...ver el arco iris de la promesa asomar a su vida, trayendo consigo alegría, la serenidad reclamada y el viento del cambio.

Dicen e incluso, hay quien asegura, que el mundo es tan pequeño como un pañuelo, pero ella pudo ver con sus propios ojos, que es al contrario, inmenso, majestuoso y bello, plantado de selvas virgenes, con sus calmados lagos, y siseantes ríos, tan extensos y largos que no alcanza la vista ver el final.

Con sus cielos azules con nubes y sin  nubes, y sus océanos de aguas marinas de tonalidades esmeraldas o azul en sus diversas gamas de azules. En conclusión, deseaba ver la naturaleza en todo su esplendor.

Y en la espesura del tiempo, pudo comprobar que si sigues por el camino correcto, a pesar de los obstáculos del camino...a pesar de cometer errores, de tropezar, de caer, de estamparte contra el suelo y levantarse, después regresan las golondrinas de la alegría vestidas de sabiduría, que enriquecen la mente humana, el espíritu y el alma.

Quiso volar por los cielos del mundo como un ave en plena libertad, conocer lugares remotos, andando por los caminos más dificultosos y, como mensajera del amor, del bien y del buen sentimiento, deseaba paliar el hambre y el dolor del ser humano...y puso todo su empeño en ello.

No le importó la soledad que abriga a todo ser humano que piensa más en los demás que en sí misma, cuando está sola, entregando su vida y su tiempo. Deseaba ser útil a la humanidad y, echó a andar por las sendas del mundo, con su mochila de buenos deseos, su amor incondicional y sus buenas acciones con el más necesitado.

© Coral Ruiz 2015