AL DESPERTAR
Y como cada día al despertar,
los amaneceres soleados
asoman libres
al ventanal de mis ojos claros,
anunciando el rocío temprano
de una caricia
que lejana
llega a rozar mi piel rosada.
Dulce manjar,
anhelo
de unos labios sedientos
esperando
que la lluvia de la madrugada
empape los secretos
de este lejano paraíso.
Escrito por Ruiz 2014
Derechos Reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario