Pienso en los atardeceres
a tu lado compartidos,
besando la superficie de tu
pecho,
en tórridas horas,
de lumbres prendidas
en lo alto de un suspiro,
en los amaneceres
de una historia recién nacida.
Y en aquel viento dormido
de la mañana,
besando las esquinas
y los cabellos de las encinas,
entre hojas desprendidas
de un otoño maduro,
presidiendo la mesa del
destino,
que insistente te nombra,
en los crepúsculos del ayer.
Y en el hoy
en las campiñas del olvido,
las tristezas huyen
de ese cruel desatino,
que no es mi camino
escapando la humedad de mis
ojos
cansados de llantos impunes
buscando un camino feliz
donde posar mis verdes
pupilas.
Y arranco de mis labios
el tatuaje de tu recuerdo...
Sabor amargo
en estos tiempos de acertijos
donde el crepúsculo del
silencio
se ha llevado consigo
tu camino y el mío separados,
hacia distintos destinos.
Coral Ruiz 2014
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