lunes, 16 de febrero de 2015

CUANDO LA CIUDAD DORMITA




CUANDO LA CIUDAD DORMITA



Tímidamente y con Elegancia, se desliza la brisa marina a horas tempranas, cuando la ciudad dormita en los brazos del sueño. 

Y andando a paso lento va la joven por caminos desconocidos, dejando caer sus brazos, completamente entregada al océano, que mecido por el viento calmo de la madrugada, no sopla, ni gruñe, ni pelea, tan solo silba, descansa y se balancea.


Y sonriente alza la mirada hacia el cielo claro que la mira complacido...y ella, inocente y buena, convincente y contemplativa, sonríe al amanecer de la vida y sus historias ya vividas. 



Y entre susurros nostálgicos, la gaviota del mar aletea feliz, sobre las revoltosas olas que danzan alegremente, al chocar con las rocas del acantilado.

Blanca tela de algodón se ciñe a la escultura de una damisela, que solitaria pasea a la orilla del mar, sumergida en el lago de sus pensamientos...que atrevidos...osados y veloces se asoman despacio al crepúsculo de su mente humana...que ha despertado de un sueño engañoso.

Coral Ruiz
Derechos Reservados

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