SIEMBRA Y
RECOLECCIÓN
No te
esmeres en aparentar lo que no eres,
ni finjas
sentir lo que no anida en tu corazón,
tampoco
inventes calumnias contra nadie,
ni te dejes
guiar por el veneno de la envidia.
No anheles
lo que no te pertenece,
Dios te ha
dotado
de tus propios dones personales,
físicos, intelectuales y materiales
para el
trabajo que has venido
a hacer en
este planeta...
para tus
vivencias y experiencias,
para tu
supervivencia.
No tires
piedras
al tejado de alguien a
quien crees rival,
porque las
acciones de cada ser humano
son como un
imán,
que atrae hacia su propio techo,
lo que ha lanzado a otro tejado.
La vida nos
ha demostrado
a lo largo
de la existencia humana
que las
siembras del camino
serán
recogidas por el sembrador,
cuando
llegan las estaciones de recolección.
Lo quieras a
no,
recogerás tu propia siembra
y con toda
seguridad,
catarás del vino dulce o amargo
de tu propia cosecha...
porque de
ese modo lo decidiste
tú misma en
el pasado.
Aprende de
esas equivocaciones
y aprueba
para tu propio beneficio
esas
lecciones de vida...
Y para la
siguiente siembra, por favor,
pon
toda tu atención, y asegúrate,
de sembrar
semillas de calidad,
serán las
cosechas que de nuevo recogerás
en el futuro
cercano...
...en
estaciones de tormentas
donde el
paraguas de las siembras
nos librará
de las lluvias
que trae la
siguiente recolección de las acciones.
Recuerda...la
vida del ser humano,
no es
demasiado larga, y nunca sabes
cuando te sorprenderá
la partida al otro lado.
Haz bien tu
trabajo para tu beneficio
y el de los
demás,
porque todos somos uno con Dios...
por consiguiente, hermanos espirituales.
© Coral Ruiz 2015
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