miércoles, 21 de octubre de 2015

COMO UN HÁLITO LEJANO




COMO UN HÁLITO LEJANO

En el transito de un suspiro, 
ella escuchaba la voz de él, 
como en un hálito lejano...

Y extendía sus blancas alas, 
como plumas de infinita alegría 
hacia el amanecer recién nacido. 

Y como un ave del paraíso, 
alzaba el vuelo del recuerdo, 
en travesías de esperanzadora calma 
ataviada de ilusiones.

Y allí...
en la inmensidad del sentimiento 
que la viste desde su nacimiento 
se dejó abrazar por él. 

Sí...
en aquel lugar sereno 
de la realidad demostrada 
donde se cumplen los sueños, 
se realizan los proyectos 
y no se escurren las lágrimas 
por las laderas del desencuentro.

©Coral Ruiz 2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario