ESE PEQUEÑO BLOC

ESE PEQUEÑO BLOC

Y en un pequeño bloc escribía ella todos sus recuerdos, las vivencias y experiencias acumuladas en sus caminos recorridos, en un intento de no olvidar ni un solo detalle de su paso por esta vida.


 Porque aunque sus huellas fuesen borradas con el transcurrir del tiempo y sus estaciones, quedarían tatuadas las pisadas de su andar  por este espacio tiempo, en ese pequeño bloc, compañero asiduo de su día a día en esa travesía donde hubo de todo.

Vaivenes amorosos, desencantos, lágrimas y soledad...también brillararon por la felicidad, aquellos amaneceres cálidos que envolvieron a su alma con serentas matinales, cuando ella dormía en su inmaculado lecho acompañada por ese bloc, que en la mesilla de noche, callado y discreto, descansaba, por si era necesitada la prensencia de sus petalos blancos en el ocaso de la noche, o en la madrugada.

Escrito por Coral Ruiz

Derechos Reservados

CUANDO LOS SILENCIOS DUERMEN

CUANDO LOS SILENCIOS DUERMEN

Cuando los silencios duermen

en tiempos de incertidumbres

mi alma se relaja en esas noches negras

de ausencias tristes, de nostalgias al límite.

Donde tu imagen invisible

reposa en la almohada de mi mente,

que besa tus labios con el pensamiento.

Y es que quererte

ha sido todo un placer, 
mi bien amado.

Y amarte...ay amarte!

amarte es un regalo del cielo.

Porque vida mía...

¡Qué sería de mí

si no me hubieses hecho sentir

esos sentimientos tan fuertes!

Y es que la vida 
es un cúmulo de cosas,

unas buenas y otras malas,

soy consciente de ese hecho...

...pero acostumbrarme
a este cambio tan extraño,

de tenerte a no tenerte...

...me ha costado un abismo 
de lágrimas vertidas 
por los ríos de mis ojos claros,

necesitados de tu mirada 
bebiendo de la mía.

Coral Ruiz 2015

Derechos Reservados

VERSOS SENTIDOS

VERSOS SENTIDOS

Y en estos requiebros 

de versos sentidos, 

va brotando 

una plantación de sílabas 

enmarcando folios 

de sentimientos adolecidos. 

 

Porque de amor, 

sin estar enamorada, 

difícil es montar 

un viaje versado de ese calibre.

Son demasiadas heridas 

las que aún están abiertas 

en mis plantaciones de recuerdos.

 

Que ya no laceran tanto como antes, 

pero que sangran de vez en cuando, 

cuando la soledad 

aprieta mi alma bohemia.

Coral Ruiz

Derechos Reservados

LAGUNA INDOMABLE

LAGUNA INDOMABLE

Y los sutiles labios de mi amado, 

son tan tiernos, tan ardientes 

y a la vez tan refrescantes, 

como son los estanques luminosos

donde el rocío sacia la sed de su boca 

en noches interminables.

 

Y la laguna indomable de sus deseos 

que necesita probar la esencia 

de mis aguas calmas, 

se asoma al infinito cielo 

de esta mirada cristalina 

que le envuelve con la claridad 

de este verde mar de cándido oleaje.

 

Coral Ruiz 

Derechos Reservados

A TI POEMA

A TI POEMA

A ti poema 

que naces del amor

que mora 

en mi mundo interior.

A ti 

que solo te pronuncias,

que eres fuente inagotable

de la pluma de mi corazón.

A ti 

que te dibuja el sentimiento

que vive en mi templo interior...

Si...

a ti poema mío,

hoy te canto esta nana

vestida con tules de amor azul,

porque un amor inmenso

es lo que mi alma siente 

en este instante 

en que pinto tu nombre 

con letras doradas

con la pureza de mi amor.

© Coral Ruiz 2015

AROMAS DIFERENTES

AROMAS DIFERENTES

Es la adolescencia un eterno descubrimiento de sensaciones nuevas, de acertijos, de cata de licores no probados en la niñez. Una puerta abierta de aromas diferentes, de perfumes con esencias de deseos...

...de colonia de inocencia que será descubierta, 

probada y perdida en esos guateques de adolescentes donde el romanticismo de antaño en estos tiempos de hoy se ha escapado por la ranura de la falta de interés.

"Cuando los caminos dejan de ser secretos, para el ser humano, se pierde todo el interés". 

Cuando el acceso a lo prohibido está al alcance de las manos antes de lo debido, saciando la sed de golpe, se pierde la moralidad…la compostura...porque no queda nada más por descubrir. 

Y se pasa de todo olímpicamente, de tal modo, 

con tal magnitud, que se escapan las oportunidades que nos ofrece la vida para ser felices.

No somos conscientes de lo bueno que nos visita. 

No, no somos conscientes de esa oportunidad brindada, porque estamos ebrios de consumir tanta variedad licores...porque tenemos demasiado material donde elegir.

© Coral Ruiz 2015

SÁBADO TRANQUILO

SÁBADO TRANQUILO

Sábado tranquilo con el sol en ascendente brillo. La luz se cuela por mi ventana creando un círculo rubio de claridad, que se abre paso entre las sombras, que son eclipsadas por esa cálida esencia matinal. El amanecer me ha despertado cuando el rocío besaba mis vestidos florales en este jardín dormido, donde cada noche descansa mi cuerpo terrenal.

El aroma a café de algún vecino desata mis deseos de echar algo a mi estómago. No me lo pienso, y me levanto despacio, pero decidida. Ir al baño y después a la cocina, es un ritual diario, que sigo al pie de la letra. No es café mi desayuno, sino una buena taza de cereales con fibra y alguna fruta tropical, gran fuente de vitaminas y minerales. 

Empezar la mañana desintoxicando el cuerpo, es un buen lema…y, de ese modo deseo continuar el día a día de esta vida mía, en espera de que los vientos de cambio lo hayan colocado todo en su lugar. 

Es un poema, lo que deseo plasmar en este folio inmaculado, sin embargo, lo único que deseo escribir en esta mañana soleada, silenciosa y serena, es lo que la música que escucho en este instante, me dicta a estas horas tempranas. 

Música alegre que me invita a sonreír, a bailar, estando sentada frente al monitor. Y es que la alegría es parte de mí, de mi forma de ser, de mi estado mental y de mi ser espiritual. Es inevitable que me comporte de otro modo que no sea ese estado de felicidad, a no ser, que algún problema importante empañe mis estados emocionales.

La brisa acaricia mi cara con sus encajes rosados, caricias que le agradezco a mi amiga brisa esta mañana calmada, donde la luz sanadora de la esperanza brilla en mi corazón, porque Dios vela por mi y por mis tres retoños y esos ángeles invisibles que a mi lado, trabajan horas extras. 

Agradecida le quedo a Dios, a mis angelitos y a todos los seres celestes que están siendo testigos de este gran cruce de aguas de gigantescas dimensiones. Agradecimientos que debo hacer a diario, porque casi siempre estoy pidiendo favores de protección y, preocupada por varios motivos, generalmente me olvido, de dar las gracias a quienes velan por mí desde mi nacimiento...mis amados Ángeles de la Guarda.

Escrito por Coral Ruiz 

Derechos Reservados

  

INFINITA ALMA AFÍN

 

INFINITA ALMA AFÍN 

Mi querido amor, infinita alma afín, aunque desconozco por donde andan tus pasos, aunque no sé ni tu nombre, siempre estás en mí, porque sé que existes en algún lugar del tiempo y del espacio, en el cual tal vez un día podamos encontrarnos.

En mis días te pienso, es inevitable no pensarte, aunque desconozco tu rostro en esta vida, aunque no se nada de ti...te pienso en mis mañanas, cuando el amanecer me visita en mi 
habitación, y mis ojos lo contemplan como si 
fueses tú, cuando el rubio sol besa mis labios con el calor de los suyos.

Pienso constantemente en ti, mi bien amado, aún sin saber si existes en este mundo, porque cuando mi alma transita en soledad estas travesías terrenales, siente tal necesidad de ese compañero ausente, que eres tú, apretando el hambre de un abrazo tuyo, de un beso interminable, que es anhelo de estos labios míos, sedientos de ti...mi desconocido amor.

© Coral Ruiz 2015

ESOS CAMPOS DE LAVANDA

ESOS CAMPOS DE LAVANDA

Con las alas de la noche, ella se dejó llevar a esa ciudad donde su nombre no se escucha, ni se nombra, por ser prohibido. Quiso olvidarle, quiso dejar de amarle en la distancia recorrida. Deseaba adornar sus cabellos con cintas blancas de olvidos y encajes rosas de nuevos caminos.

Y por más que lo intentaba poniendo el alma en ese objetivo, siempre aparecía un aroma especial que atraía el recuerdo de él a su memoria...el olor a lavanda de aquellos campos florecidos, recordándole con insistencia, aquellos veranos felices, de retozos y besos ardientes, en las campiñas de la Provenza francesa donde se conocieron.

Y la fina lluvia que del cielo caía, como lágrimas de alivio para ese corazón herido, lavaba con el bautismo de sus sagradas aguas, el dolor de aquella ruptura, que en lontananza evidente, no le permitía volver a empezar en esos campos de lavanda, que atraían los recuerdos de aquel amor, que deseaba ser olvido en el templo santo de su alma de mujer.

©Coral Ruiz 2015