UN BONITO SUEÑO
Lentamente se desliza la mañana entre los brazos del amanecer. A esas horas tempranas se despereza un radiante sol, aleteando sobre la vieja estación, donde duerme Bella, una niña de siete años, que se ha escapado de casa para cumplir sus sueños, subirse al tren del destino y viajar para ver mundo.
Silenciosa, se ha levantado esta mañana, cuando aún no había amanecido, porque sus papás estaban dormidos, en un intento de no despertarlos. Ha cogido su maleta de cartón de color marrón, adornada con las pegatinas de los veintisiete países que desea conocer, donde ha guardado algunas mudas de ropa, unas botas de caoba de piel, chancletas para la playa, sus patines de ruedas. y un libro de cuentos que leerá antes de dormir.
Y como era de esperar, no podía olvidarse de Gabriel, su osito de peluche, que es su compañero de fatigas y de correrías, por los campos de la hacienda de sus padres, desde que era un bebé. Y para no olvidar el itinerario, se ha llevado consigo, un globo terráqueo, que lleva atado a su muñeca, para no perderlo.
Bien calentita con un abrigo de cuadros rosa y blanco, y un gorrito a juego, porque hace frío por ser otoño, se ha quedado dormida entre los brazos de la brisa matinal, que la mece con ternura, esperando el primer tren de la mañana, que la lleve a cumplir sus sueños de ser golondrina viajera, como lo fue su abuela Athina, que en su juventud había sido una gran aventurera, por ser reportera de televisión.
Sin duda ha heredado de su anciana ancestra, Athina, la inquietud por aprender, por conocer, por descubrir y sortear nuevos horizontes...por andar por las sendas del mundo desde la niñez.
Pero como aún es una niña que tiene que crecer, que aprender y madurar, hasta ser mayor, el revisor que es su tío, ha llamado a sus padres, que estando dormida la han llevado a su casa...y ahora duerme plácidamente en su camita de color azul celeste, con dibujos de estrellas y cometas.
Cuando Bella despierte, imaginará que su aventura ha sido un bonito sueño, que anotará en su pequeño diario, en el que escribe todas sus aventuras.
© Coral Ruiz 2015
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